Alemania nos tiene bajo las cuerdas. Se podría decir cómo decíamos en la escuela que nos han cogido manía. No creo que sea envidia de nuestra economía ni de nuestra tasa de desempleo, nuestro 20,7% comparado con su 6,1% nos deja realmente en ridículo e indica que no lo estamos haciendo bien.
Si desde hace unos meses se nos comparaba con Irlanda y Grecia para que demos un giro a la política hegemónica, ahora también nos cierran el mercado a las hortalizas españolas. La dama de hierro y su Ministra de Sanidad, a quien se ha llegado a equiparar con la Leire Pajín alemana tienen fijación con España, y aunque seamos radicalmente opuestos a las políticas de ayudas, en este caso el Estado se ha sobrepasado en su autoridad y ha perjudicado un mercado concreto sin tener pruebas de que estuviera contaminado. Es más, no se trata de ayudas, sino de sanciones ejemplarizantes que no deberían ir dirigidas a la Unión Europea, sino contra el propio gobierno alemán. Bruselas después de muchas disputas propone una ayuda de 210 millones de euros, lo que cubriría sólo el 42% de las pérdidas originadas.
Y mientras tanto el mundo sigue con su "erre que erre" y la Eurocámara en su mundo de fantasía, creyendo que podemos continuar aumentando la carga fiscal sobre el pueblo para mantener este nivel de derroche público. Desde la Comisión Europea se pide a los socios de la UE que aumenten el IVA y los impuestos sobre fuentes de energía para así bajar las cotizaciones a la Seguridad Social, lo que viene siendo cambiarle de collar al mismo perro.
El mundo está cambiando y es que ahora Rosalía Mera (ex esposa de Amancio Ortega y la segunda mujer más rica del mundo) se une a las protestas de los indignados en las plazas españolas. EEUU, el gran imperio está fracasando con unos datos tan rotundos que hace que la agencia Fitch se plantee seriamente la bajada de su rating. La tasa de paro americana es del 9,1% y sin perspectivas de cambio. Su deuda aumenta y está llegando al techo permitido mientras que la inflación aumenta considerablemente destruyendo la moneda, al mismo tiempo los sueldos del pueblo han quedado paralizados y uno de cada seis estadounidenses subsiste gracias a las ayudas del estado. El estado de bienestar del sistema socialista en el que se adentraron hace años les está empezando a pasar factura.
Mientras tanto cada loco con su tema, como si lo que pasara en el mundo no fuera con ellos. Sálvese quien pueda!!!
Si desde hace unos meses se nos comparaba con Irlanda y Grecia para que demos un giro a la política hegemónica, ahora también nos cierran el mercado a las hortalizas españolas. La dama de hierro y su Ministra de Sanidad, a quien se ha llegado a equiparar con la Leire Pajín alemana tienen fijación con España, y aunque seamos radicalmente opuestos a las políticas de ayudas, en este caso el Estado se ha sobrepasado en su autoridad y ha perjudicado un mercado concreto sin tener pruebas de que estuviera contaminado. Es más, no se trata de ayudas, sino de sanciones ejemplarizantes que no deberían ir dirigidas a la Unión Europea, sino contra el propio gobierno alemán. Bruselas después de muchas disputas propone una ayuda de 210 millones de euros, lo que cubriría sólo el 42% de las pérdidas originadas.
Y mientras tanto el mundo sigue con su "erre que erre" y la Eurocámara en su mundo de fantasía, creyendo que podemos continuar aumentando la carga fiscal sobre el pueblo para mantener este nivel de derroche público. Desde la Comisión Europea se pide a los socios de la UE que aumenten el IVA y los impuestos sobre fuentes de energía para así bajar las cotizaciones a la Seguridad Social, lo que viene siendo cambiarle de collar al mismo perro.
El mundo está cambiando y es que ahora Rosalía Mera (ex esposa de Amancio Ortega y la segunda mujer más rica del mundo) se une a las protestas de los indignados en las plazas españolas. EEUU, el gran imperio está fracasando con unos datos tan rotundos que hace que la agencia Fitch se plantee seriamente la bajada de su rating. La tasa de paro americana es del 9,1% y sin perspectivas de cambio. Su deuda aumenta y está llegando al techo permitido mientras que la inflación aumenta considerablemente destruyendo la moneda, al mismo tiempo los sueldos del pueblo han quedado paralizados y uno de cada seis estadounidenses subsiste gracias a las ayudas del estado. El estado de bienestar del sistema socialista en el que se adentraron hace años les está empezando a pasar factura.
Mientras tanto cada loco con su tema, como si lo que pasara en el mundo no fuera con ellos. Sálvese quien pueda!!!